viernes, 27 de abril de 2012

Semana redonda

La semana ha sido redonda, y con forma de balón. Que si la resaca del clásico, la derrota del Barça preciosista ante el Chelsea o la del Madrid ante el Bayern. Y no se acaba ahí la historia, que en la competición menor europea hay final española con el Athletic y el Atleti. Vaya, sobredosis. Por otro lado, ha aparecido la noticia de que, según la zona de Barcelona, las alcantarillas tienen altas dosis de cocaína, éxtasis... Como para darse un baño, ahora que se acerca el verano y en plena recesión.

También cabe felicitar a nuestra nueva académica de la lengua, Carme Riera, que escribe en catalán y lo habla maravillosamente, como no podía ser menos por su formación de filóloga y condición de catedrática. Por lo demás, uno se sorprende de ver cómo abundan los jóvenes con hijos con darse simplemente un paseo por un centro comercial, y no sabe bien si achacarlo a su valentía o irresponsabilidad tal y como está la economía: dudo que muchos de ellos vayan boyantes. Algo anima, sin embargo: ha aparecido, a propósito de su subasta, una fotografía de una Madonna sensual y desnuda en los años 90 que da un respiro. A muchas se lo daba Guardiola, que marcaba tendencia hasta en la forma de vestir. Ahora tendrán que conformarse con verlo bastante más esporádicamente.

viernes, 20 de abril de 2012

Calidad

Durante una charla me cogieron por banda, a mí, el cultureta, el filólogo, el intelectualillo, y me trataron de convencer de que no hay que aspirar a una literatura culta, quizá a veces difícil, o a una literatura simplemente bella o artística, o con cierto mensaje. Se me dijo con toda la caballería que el escritor que se convierte en clásico es aquél que vende, y que para vender hay que amoldarse a los gustos del público, y que el público pide sexo, algo de sangre y dinero. Ya podemos ir tirando a la basura buena parte de nuestro patrimonio cultural. Es cierto que la novela debe tener una trama, que esta haga que el lector se interese, pero si no hay algo más profundo se convertirá en una experiencia efímera, vacía, que hará que esa persona lectora no crea que valga la pena comprar el siguiente libro si no le aporta nada.
De modo que el buen escritor en el fondo sí se interesa por el público, que no son tan raras las ocasiones en que le abre ampliamente las puertas del mercado, bien que no son tantos los que logran ser best sellers. Pero si me apuran, alguno hay. Como Murakami o Ken Follet. Luego tenemos clásicos que, a pesar de no constituir una lectura de fácil acceso al público, como el caso de Juegos de ls Edad Tardía que mencioné la semana pasada, mantienen un largo idilio con él. Por una vez, y muy a mi pesar, voy a seguir el consejo de leer libros con una estructura bien definida, dejando de lado este libro de Landero que me está encantando y caer en otras historias que unan el nivel profundo de la narración con un hilo conductor que nos de un buen eje narrativo sobre el que tensar una buena historia. Aún así, lo más difícil es el nivel profundo.

sábado, 14 de abril de 2012

Literatura nacional

El paseo matinal del sábado, entre ciclistas relajados y gente haciendo footing, no me ha provocado ningún remordimiento de conciencia. Será que esta semana ya he cumplido con mis obligaciones deportivas y que mi peso no sufre, de momento, grandes alteraciones. Lo tiento, por eso. De vuelta a casa, no se ha evitado la tentación del psicolabis, y ahora no sé si tendremos que demorar algo la hora de comer.
No sé si os he comentado que he empezado Juegos de la Edad Tardía, de Luis Landero. Hay gente acostumbrada a la gran calidad de la literatura que se nos ofrece desde todos los rincones del planeta y menosprecia la española. Demasiado localista. Pequeña. A mí me sucede que leer literatura nacional es cómo leerse a uno mismo: tu tierra, tu lengua, parte de tu identidad y tus costumbres. Y el libro de Landero me está encantando. Voy lento pero seguro. Quizá los libros nacionales que más me hayan gustado hayan sido de poesía: San Juan de la Cruz, Luis de Góngora y, cómo no, Diario de un Poeta Reciéncasado (Juan Ramón Jiménez). Habrá que combinar. Mientras tanto, mira por dónde, será una buena forma de aclararse leer el suplemento de cultura del periódico mientras demoro la hora de comer. El piscolabis ha merecido la pena.

sábado, 7 de abril de 2012

De TVE a la Marilyn

Se agradecen unos días de lluvia, bien que a muchos les ha arruinado la semana santa. Veo las noticias de TVE y ya se notan los efectos de la derecha católica en el poder: obispos, misas, procesiones... La crisis nos sigue hundiendo, y yo he visto una película, Intocable, sobre un tetrapléjico que, además de ese espíritu de superación que tanto necesitamos, no ve mermada su economía, forrado como está. Es un tío sensible, culto y abierto cuando surge una relación especial con su cuidador. Yo vengo notando últimamente que por esta ciudad huele a marihuana en cada esquina: será para paliar la crisis. El caso es que a nuestro millonario no le van mal unas caladas de vez en cuando.

Hoy he leído un artículo en el que se daba cuenta del hábito de la escritora Soledad Puértolas de nadar cada día, como un ritual. La foto del espacio donde escribe provoca envidia: las estanterías, el sillón, la ventana, con una aparentemente fina cortina blanca... También he descubierto las miserias de Marilyn: en su época se la consideró estúpida y era objeto de mofa. No se valoraba su trabajo. Yo llevo años considerándola una gran actriz. Incluso he visto varias veces esa foto de la rubia leyendo el Ulises de Joyce. He visto corroborado que se trataba de una mujer culta e inteligente. Frágil: víctima. Verdugos.